Esta cuestión depende de la entidad bancaria y su oferta comercial. Generalmente, una cuenta nómina tiene algún beneficio para el cliente. En caso contrario, sería una cuenta corriente sin más. Dicho beneficio puede ser la ausencia de comisiones.
Por otra parte, una cuenta corriente presenta más comisiones que una cuenta de ahorro como norma general. Esto se debe a que tiene más funcionalidades. El coste de todos los servicios ofrecidos se refleja en la comisión de mantenimiento y administración de la cuenta.
Las cuentas de ahorro tienen una finalidad específica y no requieren una gestión activa, por este motivo suelen tener menos comisiones.