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Invertir ahorros sin riesgo, ¿es posible?

¿Dónde puedo invertir mis ahorros sin riesgo? Esta es la eterna pregunta de todo ahorrador. A decir verdad, el riesgo es una parte más de la inversión. No es posible invertir sin riesgo al 100%.

El riesgo es el precio que se paga por obtener rentabilidad. A mayor riesgo, mayor rentabilidad potencial puede tener una inversión. Pero, ¿a qué llamamos riesgo en finanzas?, ¿qué tipos de riesgos podemos encontrar?, ¿cómo gestionarlo?

En este artículo vamos a sumergirnos en el mundo del riesgo financiero y analizar las claves para invertir de forma segura.

¿Qué es el riesgo?

Llamamos riesgo a la posibilidad de que se materialice algún suceso esperado y desfavorable. En el caso de las inversiones, el riesgo financiero puede provenir de obtener una rentabilidad inferior a la esperada (de acuerdo a tus objetivos) o directamente sufrir una rentabilidad negativa (una minusvaloración de tus ahorros).

En este sentido, podríamos decir que no existen las inversiones sin riesgo. Incluso los productos financieros más seguros, como los depósitos bancarios o una cuenta de ahorro remunerada, también tiene un pequeño componente de riesgo: subidas de inflación y subidas de tipos de interés.

No obstante, estos instrumentos financieros, los depósitos y las cuentas de ahorro son considerados como seguros porque no existe la posibilidad de que nuestros ahorros se vean afectados. En breve explicamos por qué.

En el caso de los depósitos bancarios a plazo fijo, también podemos encontrar otro tipo de riesgo: el riesgo de liquidez.

Esto quiere decir que el dinero queda inmovilizado y no puedes hacer uso del mismo, con la consiguiente pérdida de oportunidad que conlleva.

¿Qué tipos de riesgos existen en la inversión?

Además de los ya expuestos, riesgo de inflación, riesgo de subidas de tipos de interés y riesgo de liquidez, existen otra serie de riesgos:

  • Riesgo divisa: cuando tu inversión implica tener que realizar un cambio de divisa. Además del riesgo propio del activo en el que inviertes, tienes que sumar la posibilidad de que los tipos de cambio fluctúen y suponga una depreciación del valor de tu inversión.
  • Riesgo país: suele darse por los factores propios del país en el que inviertes. Puede ser por inestabilidad política, cambios en la legislación, conflictos diplomáticos, cuestiones geopolíticas, etc.
  • Riesgo de mercado: este es el riesgo más visible y conocido. Se trata de las fluctuaciones de valor de un activo financiero en un mercado. Cuando una inversión no cotiza en un mercado, como una cuenta de ahorros remunerada, no está sujeta a este riesgo. Sin embargo, el hecho de cotizar en un mercado le aporta a las inversiones una gran liquidez.
  • Riesgo de crédito: suele darse en los activos de deuda (renta fija) y se produce cuando una de las partes incumple sus obligaciones de pago. Para evitar este riesgo en el sistema bancario, el dinero de los depósitos y cuentas están respaldados por el Fondo de Garantía de Depósitos (hasta un máximo de 100.000 € por cliente).
  • Riesgo operacional: suele venir representado cuando las pérdidas se producen por una mala gestión.

Como puedes ver, todas las inversiones financieras están sujetas a alguno de estos riesgos. Algunas incluso a varios de ellos.

Por ejemplo, los Bonos del Tesoro e instrumentos de Deuda Pública de países desarrollados y solventes son considerados como activos libres de riesgo. Sin embargo, están sujetos al riesgo de mercado (la renta fija cotiza en un mercado secundario), riesgo país, riesgo de subidas de inflación y tipos de interés.

¿Cómo puedo saber el riesgo que estoy asumiendo?

A pesar de lo dicho en el apartado anterior, hay inversiones en las que los riesgos les afectan con una baja intensidad. Por este motivo también son consideradas como inversiones seguras.

¿Cómo puedes saberlo? Existe un indicador de riesgo de los productos financieros que debe figurar en la información que acompaña a los mismos (al igual que los medicamentos van acompañados del prospecto, los productos financieros también tienen una serie de documentos que el inversor debe leer para tomar una decisión informada).

Este indicador financiero actúa a modo de semáforo. Cada producto tiene una puntuación del 1 al 6. 

Para otros instrumentos financieros, como planes de pensiones o fondos de inversión, la escala puede representarse del 1 al 7 (se trata de otro indicador diferente, denominado SRRI).

Cuanto más alta sea la puntuación, significa que mayor riesgo tiene el instrumento financiero. 

Una calificación de 1 sobre no significa que esté exento de riesgo, sino que tiene el mínimo. Suele tratarse de depósitos en entidades bancarias de la UE que cuentan con el respaldo de un fondo de garantía (como el Fondo de Garantía de Depósitos en España) para posibles casos de insolvencia.  

Por ejemplo, la cuenta de ahorro de Bank Norwegian tiene una calificación de ⅙, porque su riesgo es mínimo.

Además, las cuentas de ahorro son depósitos bancarios a la vista. Esto significa que tienes el dinero a tu disposición en todo momento.

Por ejemplo, para las Obligaciones del Estado, el indicador de riesgo financiero se sitúa en 3/6.

Además de ello, también deben aparecer otras advertencias, como la complejidad del producto, los riesgos de liquidez, el compromiso de devolución del capital (riesgo de crédito o contrapartida), consecuencias de la venta o cancelación anticipada, etc.

¿Cómo invertir mis ahorros sin riesgo?

A pesar de que el invertir ahorros sin riesgo al 100% no es factible, una vez que conoces los tipos de riesgo y comprendes cómo afectan a una inversión, puedes aplicar una serie de principios para mitigarlo, combatirlo y moldearlo a un nivel aceptable para ti. Las claves para invertir dinero sin riesgo son las siguientes.

Determina tu perfil de riesgo

Existen una gran cantidad de activos, productos financieros y vehículos de inversión. Cada uno de ellos tiene un determinado riesgo y, por otra parte, también ofrece una determinada rentabilidad potencial.

Cuanto mayor sea el riesgo, mayor será la rentabilidad exigida por los inversores. Pero siempre se deben escoger los instrumentos de ahorro e inversión en base al riesgo, nunca por la rentabilidad.

Por ello, el primer paso es crear un perfil de riesgo. Existen tres tipos de perfiles básicos:

  • Conservador.
  • Moderado.
  • Dinámico.

En función de tu situación personal, familiar, económica y fiscal podrás asumir un determinado nivel de riesgo. Es importante conocerlo para escoger inversiones afines al mismo.

Establece objetivos

¿Cuál es la finalidad de tu inversión? Se trata de una pregunta importante porque te dará las claves acerca del horizonte temporal estimado (fundamental para plantear la inversión) y la rentabilidad que necesitas.

No es lo mismo invertir 10.000 € con fines de establecer un fondo de reserva, dónde necesitas un producto de máxima seguridad y completa liquidez, que diseñar un plan de jubilación.

Conoce los productos financieros

Existe una máxima en finanzas: no inviertas nunca en nada que no conozcas. Si un producto financiero te resulta complejo, mejor pospón la inversión hasta que tengas los conocimientos y experiencia suficiente.

Puedes comenzar a invertir sin riesgo en productos bancarios básicos, hasta ir ganando experiencia para crear un portfolio con diferentes instrumentos financieros.

Diversifica

No hay mejor forma de combatir el riesgo que diversificar la inversión en distintos activos, sectores, países, etc. Pero siempre teniendo presente que se ajusten a tu nivel de riesgo (más o menos) y que conozcas su funcionamiento.

La diversificación puede aportar un plus de estabilidad o rentabilidad a tu cartera de inversión. Por ejemplo, si cuentas con un portfolio de acciones o algún fondo de inversión, un producto bancario no cotizado puede ser conveniente para regular el riesgo de mercado.

H3 - Ten presentes las comisiones y gastos

No olvides que las comisiones por mantenimiento de la inversión minan la rentabilidad. En ocasiones pueden suponer la diferencia entre obtener beneficios o pérdidas.

Trata siempre de valorar un producto financiero de un modo global:

  • Seguridad.
  • Liquidez.
  • Rentabilidad.
  • Gastos.

¿Cómo invertir mis ahorros sin riesgo?: Preguntas Frecuentes

Depende de cada caso y el interés del inversor. No es posible ofrecer una respuesta concreta. Aunque los dos son productos de bajo riesgo, en los que tu capital no puede reducirse como consecuencia de una caída del mercado, los depósitos bancarios son productos ilíquidos. Mientras que una cuenta corriente es un depósito a la vista.

Por contra, los depósitos suelen ofrecer una mayor rentabilidad (dependiendo de cuál sea el plazo y la oferta de la entidad bancaria en cuestión). Si tienes dudas, puedes destinar el 50% de tu capital a cada uno de ellos.

La inversión en acciones suele ser más compleja que la operativa con fondos. Además, al invertir en fondos de inversión obtienes una cartera diversificada de activos automáticamente. También existen fondos de inversión de renta fija que tienen más estabilidad que las acciones de bolsa.

No obstante, si buscas invertir tus ahorros sin riesgo, estos dos productos no son adecuados. Están expuestos al mercado. Sin embargo, puedes reducir el riesgo diversificando tu capital. Por ejemplo, destinar un 30% a una cuenta de ahorro sin comisiones para no tener una completa exposición a los mercados financieros.

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