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Contabilidad doméstica para principiantes

En este artículo vas a descubrir cómo iniciar y mantener tu contabilidad doméstica. En principio puede parecer algo complejo, pero verás que en realidad es bastante sencillo si sigues estos consejos.

La razón de ser de la contabilidad doméstica es conseguir una correcta gestión de tus finanzas personales o familiares. Puesto que la base de toda economía son los ahorros, es importante aumentar esta capacidad y destinar un porcentaje de tus ingresos a una cuenta de ahorro. Para ello, esta información puede resultar de tu interés.

¿Qué es la contabilidad doméstica y por qué es importante?

La contabilidad es sólo un registro de las actividades económicas que se realizan durante un período de tiempo. Así pues, cuando hablamos de contabilidad doméstica, se trata del control de las transacciones de dinero que lleva a cabo una unidad personal o familiar.

La buena noticia es que la contabilidad doméstica no tiene que seguir un modelo estandarizado, a diferencia de la contabilidad de las empresas, además de ser obligatoria, es necesario que la contabilidad se ajuste a un determinado formato.

De esta forma, el modelo de contabilidad puede adaptarse a las necesidades concretas de tu hogar. Es más, es importante que sea sencilla, puesto que el objetivo es que proporcione más beneficios que trabajo.

Cualquier tipo de economía (una empresa, un país o una familia) se resume en una simple cuenta de ingresos y gastos. El objetivo es mantener los ingresos por encima de los gastos para conseguir un excedente que permita ir construyendo un patrimonio.

Para alcanzar este fin es necesario una correcta gestión y para ello existe la contabilidad. Es una herramienta que te permite:

  • Saber de dónde viene y hacia dónde va cada céntimo.
  • Obtener conclusiones sobre tu economía personal.
  • Reducir costes.
  • Diseñar planes de ahorro e inversión.
  • Hacer un seguimiento de los gastos.
  • Observar si te desvías de los planes y llevar a cabo las correcciones oportunas.

¿Cómo comenzar con tu contabilidad doméstica?

Identifica ingresos y gastos

Si prestas atención, en cualquier empresa se registran todas las transacciones. Todas las operaciones de compra y venta están documentadas. Existe un departamento que mantiene el archivo y anota los movimientos en un libro diario.

Como hemos comentado anteriormente, la contabilidad doméstica no tiene por qué ser tan estricta y no es necesario tanto trabajo. Pero es importante que anotes todos tus ingresos y gastos durante un período de tiempo (por ejemplo, unos 3 meses). Puedes utilizar un block a modo de diario o abrir una hoja de cálculo. Es una buena práctica pedir un ticket cada vez que compras algo para después anotarlo en tu contabilidad doméstica.

Si realizas esta tarea, obtendrás un modelo sobre tu comportamiento financiero y te ayudará a sacar conclusiones. Lo más probable es que detectes algún gasto que puedas reducir para mejorar tus finanzas personales.

Elabora un presupuesto mensual

La tarea anterior te ayuda comenzar a poner orden y controlar tus movimientos económicos. No obstante, la principal herramienta de la contabilidad doméstica es el presupuesto.

Un presupuesto es simplemente una hoja en la que se relacionan todos los ingresos y gastos. Estos últimos se pueden agrupar por categorías (por ejemplo, transporte, alimentación, luz, hipoteca, etc.). Podríamos asemejar esta hoja con un plan de gastos mensual.

En realidad, el presupuesto puede hacerse con cualquier periodicidad. Incluso puedes tener un plan de gastos anual, en el que se reflejan las fechas en las que debes atender ciertas obligaciones que se dan una o dos veces por año (por ejemplo, el recibo del seguro de automóvil, el IBI, etc.).

No obstante, un mes suele ser un ciclo en el cual se reciben ingresos. Por consiguiente es el período temporal adecuado para mantener la contabilidad doméstica de una forma adecuada.

Lo importante a la hora de establecer tu presupuesto es que puedas distinguir y priorizar las diferentes partidas. Las categorías de gastos más significativas son las siguientes.

Gastos fijos

Suele tratarse de las necesidades más básicas y suelen tener el mismo importe cada mes o muy similar (por ejemplo, los suministros básicos del hogar, el alquiler, etc.).

A la hora de recortar gastos, esta categoría suele ser la más sensible. Es importante calcularlos bien y observar qué porcentaje de ingresos consumen, dado que representan el coste que tiene la vida para ti.

Gastos de ocio

Por poner un ejemplo, podría reflejarse en esta partida tu suscripción a Netflix o cenar fuera los fines de semana.

La característica de estos gastos es que no son prioritarios. Pueden ser suprimibles en caso de iniciar un plan de ahorro o en caso de que tengas menores ingresos.

Compras

Puedes destinar (todos o algunos meses) una parte de tus ingresos a comprar ropa u otros artículos que sean de tu interés (por ejemplo, libros, música, coleccionables, etc.).

Al igual que los gastos de ocio, pueden ser suprimibles. Sin embargo, eres tú el que tendrás que establecer las prioridades y decidir dónde recortar primero. Como puedes comprobar, mantener una contabilidad doméstica te ayuda en esta tarea.

Ahorro

Para mantener una buena salud financiera, los ingresos deben ser superiores a los gastos. Este excedente se denomina prima de ahorro y es la base para construir un patrimonio y cumplir con objetivos financieros.

Aunque parezca que es la partida presupuestaria con mayor probabilidad de ser suprimida, en realidad es una de las más importantes. Mantener un ahorro te permite construir tu fondo de emergencia y superar momentos difíciles. Además, es recomendable mantener ahorros de cara a la jubilación.

Es importante diseñar un plan de ahorro y reflejar esta partida en tu presupuesto para cumplir con él.

Revisa tus gastos

Una vez tengas delante de ti el presupuesto, llega el momento de trabajar con él. La contabilidad va un poco más allá del registro de transacciones y proyecciones a futuro. Es importante analizar los números para obtener conclusiones.

Por ejemplo, según el Banco de España, las cuotas mensuales de tus préstamos y deudas que tengas abiertas no deberían superar el 40% de tus ingresos. Si compruebas en tu presupuesto que incumples esta regla, es probable que hayas superado tu capacidad de endeudamiento y tu economía personal sea frágil.

Para determinar, más o menos, la distribución de gastos en función de tus ingresos puedes atender a la regla del 50/30/20:

  • Los gastos fijos (necesidades básicas) deberían consumir un 50% de tus ingresos.
  • Los gastos de ocio y compras no deberían representar más del 30% de tus ingresos.
  • Lo ideal es que consigas ahorrar el 20% de tus ingresos.

En definitiva, se trata de analizar el presupuesto y realizar una serie de cálculos sencillos. Después, tomar acciones con el fin de ajustarlo. No olvides de realizar un seguimiento para comprobar que no te desvías de lo planeado.

Constituye un fondo de emergencia

Para finalizar con tu contabilidad doméstica tan sólo te faltaría contar con un colchón financiero que pueda darte la tranquilidad necesaria: un fondo de emergencia.

El fondo de emergencia es una parte de tus ahorros que debe estar a completa disposición para, como su propio nombre indica, atender algún tipo de urgencia. Puede ser la rotura del automóvil, cambiar un electrodoméstico, viajar para visitar a un familiar enfermo o cualquier tipo de necesidad imprevista.

Puedes mantener el fondo de emergencia en una cuenta de ahorro remunerada. De esta forma, estará generando un interés y lo tendrás completamente disponible.

Contabilidad doméstica para principiantes: Preguntas Frecuentes

La cuenta de ahorro es uno de los instrumentos financieros más básicos y necesarios para mantener una correcta gestión de las finanzas personales. Te permite mantener tu ahorro seguro, disponible y segregado del resto de la operativa financiera.

Para abrir una cuenta de ahorro en Bank Norwegian tan sólo tienes que identificarte a través de “Mi Área de cliente” o descargar gratuitamente la aplicación para dispositivos móviles que ponemos a disposición. Es un proceso online que no te llevará más de unos minutos.

Si quieres cumplir con un plan de ahorro sistemático, lo recomendable es programar una transferencia periódica a principios de mes de la cuenta corriente donde recibes los ingresos a tu cuenta de ahorro.

Puedes seguir las recomendaciones y establecer el importe en un 20% de tus ingresos mensuales, pero antes asegúrate de que tu contabilidad doméstica te permite transferir esta cifra. En caso contrario, ajusta tu presupuesto mensual.

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